Lo inventaron los Cartagineses y los Romanos hace 25 siglos.
Toda Europa tuvo carreteras y calles adoquinadas.
Incluso ciudades de Sudamérica como Buenos Aires en Argentina, Santa Marta en Colombia, o Ciudad de México pavimentaron sus calles con adoquines en los siglos XVIII y XIX.
Y, aunque el asfalto ha ganado la batalla, muchas aún perduran y son absolutamente funcionales.
Resulta que las más antiguas se conservan mucho mejor que las actuales.
¿Cómo es posible que calles empedradas hace 200 o 300 años estén intactas y las que se construyen ahora duren menos que una tendencia de Insta?
La respuesta está en la forma del adoquín.
Los adoquines modernos son perfectamente rectangulares.
Los antiguos tienen forma de trapecio, por lo que quedan perfectamente encajados en el suelo. Y, cuanto más peso reciben, más se encajan.
Y, sabiendo todo esto, la pregunta es:
¿Por qué no se fabrican adoquines con forma trapezoidal?
¿Te lo puedes imaginar?
🤔
¡Efectivamente!
💰 Por el precio.
Los adoquines rectangulares son más económicos.
La filosofía del barato, barato, paisa.
Pago poco, y, aunque el resultado sea una 💩, mi yo del futuro que se apañe.
Y el yo del futuro se gastará una pasta en arreglar los desaguisados.
𝘔𝘰𝘳𝘢𝘭𝘦𝘫𝘢: 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲𝗰𝗲𝗿 𝘂𝗻𝗮𝘀 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮𝘀 𝗯𝗮𝘀𝗲𝘀 𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲.
𝗧𝗮𝗻𝘁𝗼 𝘀𝗶 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝘀 𝗲𝗺𝗽𝗲𝗱𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗮𝗹𝗹𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘀𝗶 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀 𝘂𝗻 Negocio.
Construye adoquines duraderos para poder pisar con fuerza sobre ellos.
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Carmen Miravalls – Mentora de Negocios especializada en Embudos de Venta Automatizados con email Marketing.
Nómada desde el 2020.
Travelcohólica y Eleuteromaníaca desde que tengo uso de razón.
