Una mañana de primavera, Laura y Damián se encontraron por casualidad en la mesa de acreditaciones de un evento.
Laura y Damián se conocieron en el Instituto, y después hicieron la carrera juntos. Cuando aún se llamaba carrera. Ahora creo que se llama Grado.
Hicieron Administración de Empresas.
Y, después, hicieron un Máster juntos.
Un MBA o CHJ, o XYZ, o yo que sé qué Máster, que les costó un pastonazo.
Bueno, a ellos no, porque se lo pagaron sus respectivos progenitores.
10 años después, todo ese dinero está en la puta basura.
Porque ninguno de los dos se dedica a nada de lo que estudiaron.
Laura trabajó muchos años en un banco.
En lugar de Administrar Empresas, era Administrativa en una Empresa.
Tenía un sueldo aceptable, pero se sentía explotada, estresada, limitada...
Aguantaba porque soñaba con ser Directora de Sucursal en algún momento, y eso no llegó a ocurrir nunca.
Damián, ni eso... empezó a trabajar un verano como extra en un restaurante, mientras le llegaba "su oportunidad".
Esperaba entrar en un puesto directivo de una gran empresa por el artículo 33. Un trabajo en el que ganaría, como mínimo, 7.000€ al mes y tendría un montón de decisiones importantes que tomar cada día.
Se pasó más de 7 años trabajando de restaurante en restaurante, cobrando entre 1.000 y 1.500 € al mes, dependiendo de la crisis de turno.
Como ambos habían comprado el Kit Estándar de Vida, ambos se habían casado, cada uno con sus respectivas parejas de toda la vida, ambos tuvieron críos, hipoteca, financiaron coches y televisores de plasma de chopocientas pulgadas, y un día, ambos petaron.
Cada uno a su manera, pero ambos decidieron mandarlo todo a tomar por culo viento.
Laura decidió tomarse unos meses de excedencia para saber qué quería hacer con su vida.
Damián no se puso plazo.
Laura abrió una cuenta en Linkedin, sin tener ni idea de cómo gestionarla, pero le sirvió para conectar con personas que le hicieron dar un giro a su cabeza: se decidió a emprender.
Damián se abrió un canal de Twitch para jugar a no sé qué jueguitos OnLine, porque le escuchó a su cuñado que ahí se podía ganar pasta.
A Laura la conocí en una formación que di en abierto. Aún no tenía claro a qué se iba a dedicar, pero lo que si sabía es que quería ganar dinero ayudando a otras personas.
Me contrató un par de mentorías estratégicas de dos horas, y estuvimos estudiando las posibilidades que tenía.
Siempre le había gustado la decoración.
De hecho, ha ayudado a muchas de sus amistades a decorar su casa.
Valoramos la posibilidad de estudiar el Grado de Diseño de Interiores, pero la descartamos ya se le iba a hacer bola e iba a tardar demasiado en acabarla.
Así que le sugerí formarse como Home Stager.
Podía ayudar a vender viviendas dándoles un toque elegante y acogedor, haciendo que las personas que se interesaban por el piso o la casa se sintieran ya viviendo en ella.
Nunca nos planteamos que iba a Vivir de su Pasión, ni basamos la decisión en sus Valores de Colores, ni nimiedades varias que escucharás en frasecitas de Instagram.
Hicimos un DAFO, un CAME, y enfocamos una decisión tan importante como esa en los resultados de ese método.
A Damián lo he conocido hace poco.
Laura le dio mi contacto en ese evento primaveral en el que se encontraron.
Laura me contactó después de algún tiempo, y me explicó que estaba desbordada con todo lo que tenía que hacer para darse a conocer. Llevaba meses haciendo Reels como si no hubiera un mañana, viendo vídeos para hacerse su WEB, regalando ebooks y checklist para captar emails de posibles clientes, y sin saber qué hacer después con ellos, salvo felicitarles por el día de la Madre y Navidad.
Me contrató una Mentoría Quincenal, y en unos meses pusimos en orden su negocio y arrancamos su Embudo de Ventas Automatizado.
Vuelvo al momento de su encuentro.
Ella estaba supernerviosa, porque la habían contratado como speaker en el evento para Inmobiliarias al que Damián iba a ver qué se cocía en ese mundillo, ya que, después de dar bandazos por un tiempo, "se había metido" a comercial para vender pisos.
Laura le explicó que llegó a un acuerdo con el banco, que ahora tiene una empresa con 3 colaboradores, y que está ganando, de momento, menos pasta que antes, pero happy de la vida, haciendo lo que de verdad quiere hacer.
La reacción de Damián fue: ¿Qué suerte, no?
¿Sueeeeerteee???
Ejem...
La cuestión es que ambos tuvieron el mismo punto de partida, las mismas oportunidades, (puede que Laura lo haya tenido hasta más difícil por ser mujer, y ya sabemos que ya tal) e, incluso, casi el mismo momento de epifanía y el mismo punto de salida.
¿La diferencia?
Los dos tuvieron claro que querían cambiar de vida.
Pero uno de ellos pidió ayuda y se dejó ayudar.
El otro, no.
Uno de ellos ahora ha salido adelante y tiene su propia empresa funcionando.
El otro, no.
Uno de ellos se ha ganado el prestigio y la confianza de otros profesionales del sector.
El otro, no.
¿Por qué una Mentoría?
Mentor es un término que procede de Méntor, el consejero de Telémaco en la Odisea.
Este personaje de la mitología griega era hijo del Álcimo y amigo de Ulises.
Por extensión, el concepto de mentor se refiere a quien actúa como guía o consejero de otra persona.
Mi misión como mentora es orientarte para potenciar tu talento, tanto a nivel profesional como personal.
Ese talento que seremos capaces de reconocer utilizando las herramientas adecuadas, incluso si tu punto de partida es el mismo que el de un pulpo en un garaje.
Te dirigiré, instruiré y adiestraré para que seas capaz de desarrollar tu negocio y conseguir tus objetivos con tus propias manitas.
Mi experiencia me permite compartir mis conocimientos con otras personas con menos recorrido, guiándolas en las estrategias más adecuadas para:
Conseguir contactos que se conviertan en clientes.
Aumentar su facturación.
Hacer crecer sus empresas.
Te voy a ahorrar tiempo, dinero, y, sobre todo, dolores de cabeza, frustración y desilusión.
Uuufffff... me ha quedado muy formal todo esto, ¿no? .
¡OJO!
No te puedo prometer que el camino sea fácil.
Hay mucho que trabajar, tanto o más que si lo hicieras por tu cuenta, pero te aseguro que dejarás de correr como pollo sin cabeza detrás de todos esos triunfitos que prometen hacerse rico desde una hamaca en las Bahamas.
Momento Excusómetro:
A lo Juan Palomo.
Yo me lo guiso,
yo me lo como.
- Ver vídeos de Youtube.
- Reels de tendecia copypaste.
- Hacer 77 cursos gratuitos.
- Asistir a 1 webinar a la semana.
- Suscribirse a 7 newsletter.
- Entrar a 3 canales de Telegram.
- Hablar de tu libro sin parar.
- ...
Tó pa tí.
1 Reunión Estratégica al mes.
Luces, cámaras y... ¡ACCIÓN!
Incluye Sesión de Valoración Inicial
1.- MÓDULO UNO
- Modelo de Negocio.
- Objetivos.
- Plan Anual.
- Buyer Persona.
- Propuesta de Valor.
- Valor Diferencial.
- Identidad Visual.
- Marca Personal.
- Branding corporativo.
- Identidad Verbal.
- Escala de productos.
- Objetivos de Marketing.
2.- MÓDULO DOS
- WEB.
- SEO.
- Blog.
- Podcast.
- Herramientas.
- Canales de Adquisición.
- Copywriting.
- Storytelling.
- SEM.
- Ads.
- Técnicas de Networking.
3.- MÓDULO TRES
- Email Marketing.
- Embudos de Ventas.
- Embudos de Fidelización.
- Embudos de Seguimiento.
- Documentación de procesos.
- Hábitos y rutinas.
X.- MÓDULO EXTRA
- Apoyo moral.
- Unos vinos en persona (u OL).
- Menciones en mi News y RRSS.
- Acceso a mi comunidad.
- Formaciones extra.
- ...
Cuota mensual.
Pa' cagaprisas.
Vamos a currar como el conejito de Duracel.
Todo esto
Pero en solo 3 meses.
3 Reuniones estratégicas al mes.
Pago único.
(*) IVA no incluido.
Escríbeme si tienes VAT Europeo para enviarte un enlace sin IVA.